12 Monos

Director: Terry Guilliam
Año: 1995

País: EE.UU

Guión: David Peoples & Janet Peoples

Música: Paul Buckmaster

Fotografía: Roger Pratt

Reparto: Bruce Willis, Madeleine Stowe, Brad Pitt, Christopher Plummer, Jon Seda…

Sinopsis:  Año 1997, un terrible virus acaba con la vida de 5 billones de personas. Los supervivientes se refugian en el subsuelo. En el año 2035, la comunidad científica trata de combatir el mortífero virus. Para ello  se sirven de “voluntarios” que son enviados al pasado para impedir el devastador suceso.

El prisionero James Cole viaja al pasado donde conocerá a la psiquiatra Kathryne Railly y a Jeffrey Goines, un excepcional enfermo mental. Cole tratará de encontrar al “Ejército de los 12 Monos”, un grupo vinculado a la mortal enfermedad.

Sinceramente siento gran admiración por esta película debido a lo que me hace reflexionar acerca del destino, el espacio tiempo, los sueños y la relación entre todo este vasto paquete.

La primera y la última escena de la cinta relatan un mismo hecho. La primera es un sueño de James Cole en el que un niño es testigo de un asesinato en un aeropuerto. La última escena resulta ser la consumación del sueño recurrente del protagonista de la película, con la “desgracia” de que, es éste mismo la persona abatida por disparos de la policía en su inútil intento por evitar la desgracia en la que casi toda la población humana desaparece por acción un mortal virus.

De hecho, los sueños recurrentes que tiene James Cole podrían tomarse como línea argumental de la película. En todos ellos, la misma trama, un niño que presencia un asesinato en un aeropuerto.

Parece ser que el niño espectador es el propio protagonista y que cada acción que emprende James Cole en su tarea de evitar la tragedia, le acerca un dramático final, su muerte.

                                                          

Esto me recuerda a dos personajes de la mitología griega; Edipo y Casandra, condenados cumplir con su destino aun siendo sabedores de lo que les sucederá en su futuro

Edipo y la esfinge

Hay esperanzas para el libre albedrío o nos encontramos condenados a cumplir con nuestro destino.

En todo caso encuentro un atisbo de luz en los sueños, sin eludir cumplir con nuestro sino ni tener que pagar un precio tan alto con el del protagonista, Edipo o Casandra.

Podemos visualizar los "12 monos" a través del prisma de los llamados sueños pre cognitivos, los cuales, según Jung,  nos señalan una hipotética experiencia futura en relación a las decisiones que tomamos en el presente.

Para evitar extenderme en este post, trataré en detalle, en próximas entradas la función pre cognitiva de los sueños o sueños premonitorios.

Para acabar con la presente me permito fantasear con un final diferente para el film si James Cole hubiera prestado atención a sus sueños.

Se hubiera convertido en un héroe. Hubiera capturado al portador del virus y se hubiera casado con la psiquiatra, viviendo felices y comiendo perdices…..jejejej...

Hasta la próxima.