Es sorprendente como muchas personas afirman rotundamente no
soñar nada. De hecho no significa que no sueñen, sino más bien que no tienen la
capacidad de recordar sus sueños.
Este tema va a ser el que ocupe la entrada de hoy.
Aproximadamente, durmiendo, 8 horas podemos llegar a tener
entre 4 y 5 sueños que equivalen a 5 ciclos del sueño. En una próxima entrare
en detalle al respecto.
La cuestión es, qué motivos hacen que muchas personas no
sean capaces de recordar lo que sueñas.
Entrada del 23 de Julio; Causas que
bloquean el recuerdo de los sueños.
Hoy consideraré actitudes y aspectos formales para
mejorar su recuerdo.
Para recordar los sueños es necesario desarrollar la voluntad de querer recordarlos.
Y cómo hacerlo; pues de varias formas, las cuales no supondrán
ningún esfuerzo ni alteran tu cotidianidad y que dependerán única y exclusivamente
de ti mism@
Puedes empezar con autosugestionarte a recordar tus sueños, generándote
una serie de afirmaciones mentales que te ayudaran en tu cometido, con frases
que a la vez te evocarán un estado emocional agradable.
Un ejemplo de éstas:
- “Recordaré mis sueños”
- “Estoy preparado para atender mis sueños”
- “Los mensajes de mis sueños son positivos para mi”
- “Los sueños son guías para mi vida”
Crea las afirmaciones con las que te identifiques y repítetelas
durante el día, autosugestionándote para recordar los sueños que recibes en la
noche.
Otro aspecto de suma importancia se centra en la hora de
levantarse. Antes de empezar con la actividad diaria, justo después de
despertar y más importantes si es tras un sueño, es el paso del estado de sueño
al de vigilia. Aun en la cama, tumbad@, y evitando el movimiento, sobre todo el
de la cabeza, es primordial permanecer unos minutos recordando lo que has
soñado la noche anterior. Evoca tus sueños, trata de recordarlos lo más
detallada y nítidamente posible. No pasa nada si no lo consigues, se trata de desarrollar el hábito y la actitud. Seguidamente, escríbelos en una libreta
o en el formato en que lo prefieras, sin importarte el orden y la forma, solo concentrad@
en transcribir lo que has soñado, incluyendo formas, dibujos o aquello que de
forma espontanea acontezcan.
Durante el día piensa en lo que has soñado, recuerdas sus
escenas, sus imágenes, evoca las emociones, que como un resorte, el sueño te ha
hecho experimentar. No trates de analizarlos ni encontrar una respuesta lógica a
los mismos, solo incúbalos para que se desarrollen. Habla con tus allegados,
libre y abiertamente de éstos, solo son sueños y los sueños, sueños son.
Al ir a dormir, ya en la cama acostad@, dedica unos minutos
a recordar los acontecimientos vividos durante le día, es un eficaz ejercicio
que estimula la memoria y te ayudara a retener tus sueños. Tras esto, relájate,
céntrate en la respiración y evoca algunas de las frases que durante el día te
has ido recordando y ala, preparado para soñar.
Considero que las técnicas expuestas son muy fáciles de
aplicar. Lo único que hace falta es gestar un nuevo hábito, que en unas pocas
semanas de práctica, pasarán a estar bien integrados.
Espero que lo que aquí expuesto sea de vuestra utilidad.
Hasta la próxima, que tengáis dulces sueños