martes, 4 de septiembre de 2012

Recordando los sueños II

Es sorprendente como muchas personas afirman rotundamente no soñar nada. De hecho no significa que no sueñen, sino más bien que no tienen la capacidad de recordar sus sueños.
Este tema va a ser el que ocupe la entrada de hoy.
Aproximadamente, durmiendo, 8 horas podemos llegar a tener entre 4 y 5 sueños que equivalen a 5 ciclos del sueño. En una próxima entrare en detalle al respecto.
La cuestión es, qué motivos hacen que muchas personas no sean capaces de recordar lo que sueñas.
Entrada del 23 de Julio; Causas que bloquean el recuerdo de los sueños. 

Hoy consideraré actitudes y aspectos formales para mejorar su recuerdo.

Para recordar los sueños es necesario desarrollar la voluntad de querer recordarlos.
Y cómo hacerlo; pues de varias formas, las cuales no supondrán ningún esfuerzo ni alteran tu cotidianidad y que dependerán única y exclusivamente de ti mism@
Puedes empezar con autosugestionarte a recordar tus sueños, generándote una serie de afirmaciones mentales que te ayudaran en tu cometido, con frases que a la vez te evocarán un estado emocional agradable.

Un ejemplo de éstas:
  • “Recordaré mis sueños”
  • “Estoy preparado para atender mis sueños”
  • “Los mensajes de mis sueños son positivos para mi”
  • “Los sueños son guías para mi vida”
Crea las afirmaciones con las que te identifiques y repítetelas durante el día, autosugestionándote para recordar los sueños que recibes en la noche.


Otro aspecto de suma importancia se centra en la hora de levantarse. Antes de empezar con la actividad diaria, justo después de despertar y más importantes si es tras un sueño, es el paso del estado de sueño al de vigilia. Aun en la cama, tumbad@, y evitando el movimiento, sobre todo el de la cabeza, es primordial permanecer unos minutos recordando lo que has soñado la noche anterior. Evoca tus sueños, trata de recordarlos lo más detallada y nítidamente posible. No pasa nada si no lo consigues, se trata de desarrollar el hábito y la actitud. Seguidamente, escríbelos en una libreta o en el formato en que lo prefieras, sin importarte el orden y la forma, solo concentrad@ en transcribir lo que has soñado, incluyendo formas, dibujos o aquello que de forma espontanea acontezcan.


Durante el día piensa en lo que has soñado, recuerdas sus escenas, sus imágenes, evoca las emociones, que como un resorte, el sueño te ha hecho experimentar. No trates de analizarlos ni encontrar una respuesta lógica a los mismos, solo incúbalos para que se desarrollen. Habla con tus allegados, libre y abiertamente de éstos, solo son sueños y los sueños, sueños son.  

Al ir a dormir, ya en la cama acostad@, dedica unos minutos a recordar los acontecimientos vividos durante le día, es un eficaz ejercicio que estimula la memoria y te ayudara a retener tus sueños. Tras esto, relájate, céntrate en la respiración y evoca algunas de las frases que durante el día te has ido recordando y ala, preparado para soñar.



Considero que las técnicas expuestas son muy fáciles de aplicar. Lo único que hace falta es gestar un nuevo hábito, que en unas pocas semanas de práctica, pasarán a estar bien integrados.
Espero que lo que aquí expuesto sea de vuestra utilidad.

Hasta la próxima, que tengáis dulces sueños


1 comentario:

  1. ¡Muchas felicidades por este proyecto tan precioso, soy tu seguidora! Mirando las películas sobre los sueños me acordé de una de mis favoritas, la que más veces miré, Waking life de Richard Linklater, un viajen encantado por los sueños o los sueños lúcidos…
    Gracias y felices sueños :)

    ResponderEliminar