lunes, 23 de julio de 2012

Recordando los sueños I

En el tiempo que llevo navegando en las profundidades de mi mismo, atento y conectado con  mis sueños me he dado cuenta que determinadas circunstancias afectan el recuerdo de los mismos.
Sinceramente,  tengo facilidad para recordar lo que sueño. Casi cada mañana despierto con el recuerdo de uno o varios sueños. Quizás porque es un mundo que me apasiona, o/y porque me conciencio frecuentemente para ello o/y he introducido ciertas rutinas en mi vida que lo favorecen…
En mi vida cotidiana, comparto abiertamente lo que sueño con mis personas cercanas y les pregunto acerca de los suyos.  Hay con personas que afirman no soñar nada, situación improbable ya que todos los mamíferos soñamos. Otras que los recuerdan esporádicamente, algunas frecuentemente, hasta las que recuerdan todo lo que sueñan noche tras noche.

La calidad en el recuerdo de los sueños es otros aspecto en que el ahora no voy a inmiscuirme. Me centrare en lo que afecta al recuerdo de los sueños, deseando ofrecer herramientas de utilidad, o quién sabe si, generando más preguntas.
Al igual que la moneda y la máscara de la tragedia griega, tienen dos caras, la memoria de los sueños atiende a dos factores; Elementos y bloqueos que impiden recordarlos y herramientas que favorecen  su  aumento.

BLOQUEOS

“La memoria es un componente clave de la conciencia. La causa del olvido no es la falta de capacidad mental para recordar los acontecimientos del pasado, tanto interiores como exteriores. Es una parte defensiva que hay en nosotros lo que nos impide re-experimentar lo que en algún nivel hemos decidido que es negativo”

Strephon Kaplan Williams

Sobre la cita de Kaplan,  mencionaré ciertas actitudes que bloquean el recuerdo de los sueños. Es recomendable revisarlas con honestidad y develar aquello impide el recuerdo completo de los sueños.
  • “Debo ser capaz de recordar mis sueños. Esta actitud genera un estado de ansiedad, agobio y estrés, abandonando la tarea de recordar los sueños por desgaste y sufrimiento. Recordar que los sueños son más fluidos con la mente clara, tranquila y sin preocupaciones.
  •  “Quiero descansar profundamente”. Los sueños pueden provocar la interrupción del sueño por el impacto que generan
  • “Pereza; No dispongo de tiempo para trabajar el material onírico”. Por mucho de anhelemos recordar los sueños, si no se anotan ni se elaboran, generalmente, se acaba perdiendo el interés y desmotivándose.
  • “En realidad no quiero conocer lo que expresa mi inconsciente ya que podría ser desagradable, doloroso y suponer cambios en mi vida”.
  • “Lo que aparece en mis sueños, nada tiene que ver conmigo”.
  • “Debo mantener el control de mi vida, el estatus y ser fiel a mi identidad”. Considerando los tres casos anteriores, frecuentemente todo el material que aparece en los sueños corresponde a lo enajenado de unos mismo, o lo que es la mismo, la Sombra  de Jung, lo que atenta contra las propia auto imagen, el auto concepto y el  estatus.
  • “Miedo a aumentar la conciencia, madurar y liberarnos de los condicionamientos sociales y culturales”. Aunque parece paradójico, uno de los mayores miedos que albergamos las personas es el miedo a la libertad.

Estos supuestos son solo una muestra ya que pueden existir  otros motivos.

Pero las actitudes arriba referenciadas son solo un bloque. Existen otros factores que bloquean lo sueños. Es preciso considerar la vivencia de situaciones traumáticas y factores biológicos.

Tras experiencias traumáticas se produce una amnesia por la dificultad en el manejo de tales experiencias que los sueños pueden rememorar. En supervivientes de tragedias, se ha observado que los supervivientes disminuían considerablemente el recuerdo de sus sueños., como reacción adaptativa al suceso traumático. Se considera que para mantener  la afectada salud psíquica, se deja de soñar, dándose una primera recuperación psicológica inconsciente.

Respecto a los factores biológicos, según los descubrimientos del  psiquiatra Allan Hobson,  en el proceso del sueño de da un cambio de química interna correlacionado con las fases del sueño. En la fase REM (la última de las fases del ciclo del sueño) el cerebro funciona según una química diferente a la de las otras fases del sueño y de la vigilia. Al despertar de un sueño  y la necesidad del cerebro de cambiar el tipo de neurotransmisor que rige su funcionamiento “cambiar de combustible”  es donde se da la pérdida de la memoria.



Hasta aquí la entrada de hoy. La semana que viene más con; Recordando los sueños II

2 comentarios:

  1. Interesantísimo! Sugerente, inspirador, invita al propio cuestionamiento y a la reflexión! Muy bueno!

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    1. Muchas gracias Alba por tus comentarios y por animarte a la reflexión sobre el tema expuesto.

      Un refrán muy adecuado a lo que tratamos:
      "No hay pero ciego que el que no quiere ver"

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